El embarazo es una etapa transformadora en la vida de una mujer, y el running muchas veces pasa a un segundo plano. Sin embargo, muchas mamás desean retomar este deporte que no solo les brinda salud física, sino también un espacio personal de libertad y bienestar emocional. La buena noticia es que sí es posible volver a correr después del embarazo, siempre que se haga de forma progresiva y segura.
⏳ ¿Cuándo es el momento adecuado?
Cada cuerpo es distinto. La mayoría de especialistas recomienda esperar entre 6 y 12 semanas después del parto antes de retomar la actividad física. En caso de cesárea, el tiempo de recuperación suele ser mayor. Es indispensable contar con la aprobación médica antes de iniciar.
🧘 Pasos para un regreso progresivo
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Fortalecer el suelo pélvico y el core: el embarazo debilita la musculatura abdominal y pélvica, lo que puede ocasionar molestias o lesiones si se vuelve a correr demasiado pronto. Los ejercicios de Kegel, pilates y yoga posparto son excelentes aliados.
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Caminar antes de correr: comenzar con caminatas largas y luego introducir intervalos de trote suave ayuda a que el cuerpo se adapte sin sobrecarga.
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Incrementar poco a poco la intensidad: en lugar de obsesionarse con recuperar el ritmo previo, es mejor enfocarse en disfrutar el proceso y celebrar cada avance.
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Equipamiento adecuado: usar sujetadores deportivos de alta sujeción, ropa cómoda y zapatillas con buena amortiguación marca una gran diferencia.
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Escuchar al cuerpo: cualquier señal de dolor, cansancio excesivo o incomodidad debe ser una alerta para bajar la intensidad.
❤️ Beneficios emocionales y físicos
Volver a correr no solo ayuda a recuperar el estado físico, sino que también se convierte en un escape mental y emocional. Las endorfinas liberadas al correr ayudan a combatir el estrés, mejorar el estado de ánimo y reforzar la autoestima. Además, tener un momento personal, aunque sea breve, es vital para el equilibrio en la rutina de maternidad.
🏁 Conclusión
La maternidad y el running no están en conflicto, sino que pueden complementarse. Con paciencia, planificación y cuidado, cada mamá puede retomar el deporte que ama y disfrutar de los múltiples beneficios que aporta. La clave está en no compararse, avanzar a su propio ritmo y recordar que cada paso es una victoria.

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