Especialmente en épocas de calor como estas, las primeras horas de la mañana son las mejores para realizar nuestros entrenamientos diarios. Sin embargo, la tarea no siempre es tan sencilla. El principal problema de muchos runners es que entre el trabajo, los estudios y otras obligaciones personales no encuentran el momento para entrenar durante el día. Por eso, tomá nota de estos consejos para que puedas vencer la pereza de salir a entrenar bien temprano.
- No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Prepará tu ropa deportiva y todos los accesorios que vas a llevar al entrenamiento, en el día anterior. De esta forma podrás dormir unos 10 minutos más, y además no estar a las corridas o con la sensación de olvidarte algo. Antes de irte a dormir separá la ropa que vas a utilizar para entrenar. Dejá lista las prendas que vas a utilizar, el reloj, cinturón de hidratación y calzado.
. - Planificá tu entrenamiento. Si sabés de antemano cuánto tendrás que correr, podrás calcular mejor a qué hora debés levantarte para salir a realizar tu rutina diaria.
. - Un pequeño pero efectivo truco es poner el despertador lejos de tu cama. De esta forma estarás obligado a levantarte.
. - Levantarte pesado o deshidratado te quitará el entusiasmo de salir a entrenar por la mañana. Por eso, hidratate bien la noche anterior, y no te excedas con las comidas durante la cena.
. - También es importante planificar tu desayuno. Antes de salir a entrenar podés comer una fruta como una banana, manzana, o pera, o tomar un café. Una vez terminada la actividad física realizá un desayuno más completo para enfrentar el día, que incluya lácteos, tostadas, cereales, etc.
. - Ponele música a tus mañanas. Especialmente los primeros entrenamientos matutinos pueden ser muy duros si no estás acostumbrado a realizar actividad física. Entonces, para enfrentar las primeras corridas llevá música para motivarte.
Por último, recordá que el principal beneficio de correr bien temprano en las mañanas es que hay menos cosas que pueden interrumpir tu entrenamiento. Con el correr de las horas del día, suelen ir apareciendo tareas y contratiempos, como obligaciones laborales, el tráfico y otros obstáculos, que harán más difícil concretar tus sesiones. Por todo eso, agregale horas a tus días y empezá a vivirlos desde la madrugada con tus entrenamientos.