Aquellos que disfrutan de una buena papa frita ya pueden festejar: la ciencia descubrió los beneficios de ciertas frituras para la salud. Y no es sólo la papa frita la que está redimida por la ciencia. Un estudio de la Universidad de Granada, en España, descubrió que cualquier vegetal frito (papa, zapallo, berenjena y tomate) puede ser más beneficioso para el cuerpo que en su versión cocida. Pero, ojo: la fritura debe hacerse con aceite de oliva extra virgen.
Los investigadores españoles estaban buscando acerca de la dieta mediterránea, que consiste en el consumo de vegetales frescos y aceite extra virgen, ricos en vitaminas (C, E y betacaroteno) y antioxidantes conocidos como fenoles (de fenol).
Cuando están crudos, estos vegetales ya poseen esos fenoles; sin embargo, el estudio buscaba indicios de pérdida de nutrientes cuando pasaban por algún proceso de cocción. Y ahí vino la sorpresa: cuando se sumergen en aceite de oliva extra virgen (rico en fenol) y se fríen, los compuestos antioxidantes se transferían hacia la comida y la cantidad de fenoles daba un salto, a diferencia de cuando se cocían en agua, agua con aceite o salteados.
Conclusión y salvedades
Finalmente, el estudio determinó que no todas las frituras son malas. En el caso de la papa frita en aceite extra virgen, la cantidad de fenol aumentó más que con cualquier otro método de preparación y el potencial antioxidante de esos compuestos se mantuvo.
Dos salvedades que valen: la papa frita fue hecha con el mejor tipo de aceite de oliva, por lo cual es, obviamente, más caro; y las papas, entre otros vegetales investigados, estaban frescos antes de fritarlos, al contrario de las papas congeladas que los locales de comida rápida ofrecen.
Vea el estudio completo aquí.
La papa frita puede ser más saludable que cocida
