Con el avance de las tecnologías, son desarrollados equipamientos cada vez más sofisticados para el corredor. Zapatillas con esto o aquello, remeras térmicas, shorts livianos, medias de compresión de todo tipo y mucho más es lo que se puede ver en cualquier carrera de asfalto; aunque, ya sabemos, el entrenamiento y la dedicación a un deporte continúan siendo lo que realmente importa para alcanzar la línea de llegada. El brasileño Edilson Saraiva de Mesquita, oriundo de Ceará, dio muestras de eso el domingo pasado al correr la Maratón de Buenos Aires de ojotas, con un tiempo de 3h13m.
Si estuviste en la Maratón de Buenos Aires, tal vez recuerdes a Edilson, ya que llamó la atención de varios competidores por su uniforme de corrida. Más allá de las ojotas, se aseguró el chip en el tobillo con un elástico, usó un short de basquet y vistió una remera de algodón estampada con la foto del padre Marcelo Rossi, un cura cantante muy popular en Brasil.
En las redes sociales, las fotos del corredor consiguieron miles de likes; algunos hasta hicieron comentarios como “la fuerza de la rapadura (un dulce típico)” y otros cientos de ese tipo. Un usuario de Instagram aseguró que ya está acostumbrado a ver a Edilson participando de varias carreras con esas ojotas, siempre obteniendo grandes marcas.
Corrió la Maratón de Buenos Aires de ojotas… pero no fue el primero en hacerlo
Para sorpresa de muchos, Saraiva de Mesquita no es el primero en correr una maratón de ojotas. El estadounidense Keith Levasseur corrió la Maratón de Baltimore, en 2002, también de ojotas y con un tiempo aún mejor que el del brasileño: 2h46m58s, reconocido por el Libro de los Récords Guinness como la mejor marca en esa “categoría”.