Antiguamente, los récords del mundo de Maratón se solían establecer en el de Nueva York. Sin embargo, desde 1998 los tiempos de sus ganadores sólo han figurado en tres ocasiones entre los 20 más rápidos del año. Se puede echar la culpa a las cuestas (hay que ascender más de 244 metros en total) y las 26 pronunciadas curvas que hacen perder momentos preciosos o frenar el ritmo en la caso de ir con las fuerzas muy justas. Hoy por hoy, un récord mundial requiere trazados planos como el de Chicago, con una diferencia inferior a 9,1 metros entre su punto más bajo y el más alto. O el de Dubai, con recorrido extraplano y sólo cuatro curvas. De hecho, la Association of Road Race Statisticians ha calculado un “sesgo por tiempos”, indicando cuánto de empuje (o arrastre) obtienen los corredores en los maratones de todo el mundo. De media, los atletas de élite en el Maratón de Berlín, llano y relativamente recto, finalizan la prueba 81 segundos más rápido de lo que lo hacen en otras ciudades, mientras que los que corren en Nueva York lo hacen 83 segundos más lentos (en Chicago y Dubai acaban 14 y 68 segundos más rápidos, respectivamente). Hay también un maratón poco conocido en la pequeña ciudad polaca de Debno, donde desde el año 2000, los corredores de élite han finalizado 79,2 segundos de media más rápido de lo que lo hacen en otros recorridos. Quién sabe lo que podría suceder si los mejores atletas acudiesen a Debno para intentar bajar de las 2 horas, pues su recorrido transcurre por un camino vecinal en línea recta a principios de abril, cuando la temperatura media en el lugar es de sólo + 5,5 ºC.
Si miramos a los maratones españoles, los mejores situados en el ranking de la Association of Road Race Statisticians son Barcelona, Valencia y Sevilla por la cantidad de corredores por debajo de 2:20:00, siendo 1112, 1012 y 905 los llegados por debajo de ese tiempo respectivamente. Si comparamos sus altimetrías, el mejor posicionado es Sevilla, donde su circuito se eleva sólo desde los 11 metros a nivel del mar hasta casi los 15 metros. En estos circuitos, ninguno de los tres es de los mejores del mundo si vemos el número de curvas pronunciadas, pero de los tres españoles el que menos tiene es Valencia con 37, Sevilla con 39 y Barcelona con 41. Y finalmente, el que mejor temperatura tiene para correr de los tres es Barcelona, donde sus medias en el mes de marzo suelen estar entre los +7º de mínima y los +14º de máxima. En un estudio de unos investigadores franceses, sobre 1,8 millones de llegados en maratón durante diez años, hallaron que las carreras que se disputaron a una temperatura de +6,2 ºC se conseguían tiempos más rápidos en general. Pero los corredores más veloces, los que generan mayor calor, se beneficiaron de las temperaturas más frías, marcando su pico a los +3,8 ºC. Los corredores populares dieron lo mejor de sí a +7,4 ºC. Así que Barcelona, en marzo, es la que más cerca está de esos valores.
Es difícil establecer cuál es el mejor maratón, tanto en el extranjero como en España, pero lo que sí que queda claro, y son algunos de los parámetros con los que están trabajando los equipos de ‘sub 2 horas’ es que los circuitos tienen que ser muy llanos, sin apenas curvas y que es mejor correr en un día frío para que el cuerpo se fatigue más tarde. Además del circuito de Debno, si en Dubai y Berlín la temperatura fuese menor, posiblemente serían los ideales para cualquier tipo de corredor. Veremos cómo y dónde se intenta este año el asalto a las 2 horas.
En la imagen podés ver la gráfica comparada de algunos de los grandes maratones.