Relato de Erwin Siles en Patagonia Run 100K


0

Patagonia Run 100K: La carrera en que ni Murphy con sus leyes nos detuvo
Después de muchas sesiones de entrenamiento, planificación, nervios y mucha espera… llegó el momento, nos dirigíamos a San Martín de los Andes, Argentina para correr mis primeros 100K, una distancia que hace un par de años me parecía una completa locura destinada a ser corrida solo por los dioses del Olimpo, y sin embargo ahí estaba yo, atreviéndome a retar a las imponentes montañas, no tenía ni la más remota idea de lo que me esperaba.
Llegó el día de la largada, como para calmar los nervios nos fuimos a ver partir a los locos de 125 y 145k, las distancias máximas en esta competencia… ver a los atletas llorar de emoción al partir no ayudó en nada a calmarnos, ahí me olvidé del Facebook, WhatsApp y cualquier otro tipo de comunicación externa, a tratar de pensar solo en la carrera, una pasta de cena y a la cabaña a darse una ducha y cambiarse, ya todo en modo automático, todo listo… revisado, y como última sorpresa mis compañeros de aventura Cecilia Garcia Villa, Anayad Sagenab Zerreitug yAlex A. Siles Quiroga me cantaron un feliz cumpleaños con unas horas de adelanto… lo había olvidado, o por lo menos estaba en un segundo plano, cumpliría 39 años en medio de la carrera, un abrazo general y al hotel, subimos al bus y directo a la partida. Media hora para la partida, un frío horrible, foto aquí, foto allá… todo en automático.
Suena el anuncio para ir al encajonamiento, tratamos de poner el GPS del teléfono, del reloj, no funciona ninguno, no hay señal, en medio de todo esto partimos, salimos al final del grupo y primera mala señal, perdí un guante en la misma partida, iba a subir un cerro con temperaturas bajo cero sosteniendo un bastón metálico, no se pintaba nada bien, pero no nos detuvimos a pensar en eso, la carrera había empezado, no había vuelta atrás. Unos trescientos metros a acomodar todo, guardar la bandera, tratar de poner el GPS de nuevo pero nada, empezamos a ascender detrás de una fila de corredores más lentos por un sendero tan estrecho que no había como adelantar, fueron unos 5km muy lentos y penosos, pensando en que todo lo planificado se desbarataba, un par de kilómetros antes del primer Punto de Asistencia (PAS) mi linterna se empieza a debilitar, su luz casi nula, pero como íbamos en grupo se podía ver, decidí continuar hasta el PAS Rosales, una vez allí cambio baterías y nada, la linterna muerta, por suerte tenía una de respaldo, a cambiar linterna y continuar, miramos la hora un poco atrasados, pero recuperable.
Quedaban 11km de ascenso para la cima del Cerro Colorado, ni modo a poner tercera en las subidas, por suerte se hizo un buen grupo bastante rápido hasta cerca del PAS Portezuelo, un kilómetro antes me adelanté y seguí solo hasta ese PAS, piernas bien, tiempo… espectacular, casi media hora de ganancia con respecto al plan, tomar algo rápido y seguir a la cima del Colorado, ánimos a mil, subimos bastante rápido, un amague de calambre llegando a la cima era el preludio de lo que vendría; un colega me invita un pedazo de sándwich de jamón crudo y desaparece cualquier dolor; empezamos la bajada a un ritmo suicida, pendientes inclinadísimas que giraban abruptamente, en más de una ocasión me fui contra las plantas porque simplemente no podía frenar, iba pasando a muchos corredores, la confianza por las nubes, y de pronto empiezan las preocupaciones, alcanzo a mi compañero Alex parado a un lado del camino, se había doblado el tobillo pero se aprestaba a continuar, ante su afirmación que estaba bien seguimos con preocupación pero sin bajar el ritmo, ya casi terminaba esa tremenda bajada cuando de repente dolor en la rodilla, se resintió de tanta bajada, imposible moverse por unos minutos, pensamientos oscuros pasaban por la cabeza, un par de gritos de dolor y frustración, pero la convicción seguía firme y como pudimos empezamos a movernos, un par de cientos de metros de terreno plano y el dolor comienza a ceder, desgraciadamente cada bajada se siente como una cuchillada en la rodilla, pero ya no quedan muchas bajadas para el siguiente ascenso, ese pensamiento sosegaba el dolor un poco. Finalmente llegamos al PAS Colorado1, un descanso, coca cola, nueces, sopita caliente, como nuevo, a continuar, igual habíamos reducido en una hora el tiempo estimado, estábamos en el top 30, más ánimos todavía, lastimados pero con ganas salimos hacia el PAS Quilanlague1, 9km con estrategia diferente, a meterle con todo lo que había en las subidas y planos, y hacer los descensos caminando, frustrante pero era la única forma de continuar, le metemos con todo y funciona, llegamos manteniendo el tiempo, aproximadamente 34km en menos de 6 horas, ahí me tomo un buen tiempo para recuperar y esperar a Alex que venía retrasado, me cantan feliz cumpleaños… ¡FANTÁSTICO!
Llega Alex y pasa directo a la carpa médica, la preocupación crece, voy a verlo y después de que me asegurase que iba a continuar empiezo el ascenso al Cerro Quilanlague, eran solamente 6,5km hasta el otro lado del “cerrito ese” y llegar a tomar sopita caliente al PAS Coihue, empiezo el ascenso emocionado en el medio del bosque, unos metros más allá se abre el bosque y deja ver lo que me esperaba, un ascenso casi vertical de unos 3,5k, miraba las luces de los que iban adelante y no podía creer que ese era en camino, en eso me alcanza otro corredor y me pregunta si eso era en serio, con la mejor cara que pude poner le respondí que a eso habíamos ido y empecé el lento ascenso tratando de no mirar el camino de luces que se dibujaba en la ladera de la montaña, el camino era de tierra y piedras, muchas veces sueltas, un mal paso y retrocedía, pero seguíamos adelante, ya faltando cerca de 1 kilómetro, Alex, con el tobillo vendado me da alcance y entre los dos nos damos fuerzas para terminar de subir, hacía tanto frío que el rocío se había congelado y a la luz de las linternas parecía que caminábamos entre cristales, casi extenuados avistamos la cima, y faltando unos 300 metros para alcanzarla empezó a nevar, el espectáculo era fantástico pero no había tiempo de sentarse a apreciarlo, sabíamos que la subida fue lenta y por nuestro estado la bajada también lo sería. Decido adelantarme tentando a la rodilla, fueron los 3km de descenso más dolorosos y frustrantes, había que ir muy despacio, dando pase a los corredores que venían atrás, con muchas sentimientos encontrados, muchas lágrimas pero con la voluntad firme de terminar, llego al PAS Coihue en el Km 40, una sopita para calentar el cuerpo y muchas palabras de aliento para calentar el alma. Llega mi compañero, descansamos un rato más y partimos hacia el PAS del Lago, 8,5k de descenso en medio de una selva densa y cerrada, una vez más me adelanto y empiezo a agarrar un ritmo decente pero como esto parece una novela cursi, algo tenía que pasar, en medio de la oscuridad tropiezo con un tronco atravesado en medio del camino, no llegué hasta el piso pero el dolor en mi dedo gordo y el de al lado me hicieron sentarme por un buen rato, pasado el primer oleaje de dolor empiezo a caminar de nuevo sintiendo humedad de sangre en los dedos. Un poco más adelante Alex me alcanza y llegamos juntos al PAS del Lago, Km 49 casi la mitad de la carrera vencida, con casi una hora de atraso del tiempo planificado y no puedo negar que con la voluntad un poco quebrada, de aquí en adelante decidimos permanecer juntos hasta el final de la carrera, cualquiera que este fuera.

Los grandes ascensos habían acabado y al frente venía el PAS Quechunquina, nos esperaban medias y zapatos secos, salimos con eso en mente para darnos ánimos, 10Km no son nada ¡vamos carajo! Salimos del PAS del Lago y empezamos un camino al borde de un lago, el frío arreció por la humedad, mi mano sin guante empezó a sentir las consecuencias y el bastón se sentía como un pedazo de hielo, en eso nos alcanza el corredor 534, conversamos un poco y al darse cuenta que no tenía guante me hizo abrir su mochila y me prestó uno, así sin más ni más, sin tener la seguridad de volverlo a ver, ahora sé que se llama Mauricio Dias, luego se adelantó y lo perdimos de vista. El camino al lado del lago fue tortuoso, lleno de piedras irregulares y resbalosas que nos hacían tropezar a cada momento y sentir aún más el dolor en nuestras lesiones, y encima de todo esto el sueño empezó a hacerse presente, prácticamente deambulamos por esa playa, fueron unos 2km extremadamente lentos y dolorosos pero llegaron a su fin y empezó un camino plano, en el bosque con terreno relativamente estable, pudimos volver a correr, no sé de donde aparecieron fuerzas pero empezamos una carrera podría decirse que con un poco de desesperación por llegar al siguiente PAS, ya empezaba a amanecer, la claridad fue un alivio a nuestras linternas ya casi agostadas y finalmente llegamos y se venía algo que me tenía pensando, sacarme los zapatos y ver mi dedo, afortunadamente un km antes cruzamos un río y el agua helada había lavado la sangre, igual se veía horrible, la uña negra media levantada y una ampolla interna creciente, pero nada… medio rollo de micropore encima y a seguir, encontré a mi salvador Mauricio en ese punto y le devolví su guante; las medias y zapatos secos hicieron milagros, nos tomamos un tiempo para comer bien e hidratarnos, en ese punto dejamos linternas y peso extra, y al salir del punto nos toman los números y SORPRESA, estábamos en el top70, miramos los tiempos individuales Alex 9 en su categoría y yo 31, esa noticia fue el golpe anímico que esperábamos para continuar, salimos disparados, ya no había estrategia… planos y subidas como escapando de la muerte y bajadas lentas pero seguras, pasamos a varios que venían caminando, estaba más motivado por el Top10 de Alex que por mi propia posición, fue algo que se filtró en la semana y que parecía desvanecerse, pero ahora estaba allí cerca. Pasábamos corredores y les mirábamos el dorsal para ver si eran de nuestra misma distancia y la cara para ver si adivinábamos en que categoría caían, ya poco importaba esquivar el agua en los ríos, o el barro en los cruces, fueron 15 kilómetros de remontada espectacular y llegamos con todo al PAS Quilanlague2, comer algo rápido, hidratarse y partir otra vez, seguíamos con mucha fuerza, 27Km mas… tomamos el último ascenso para llegar al PAS Colorado2, un poco de dificultad en la bajada pero seguíamos remontando, se sentía ya el cansancio y las piernas querían flaquear pero en ese punto la voluntad estaba inquebrantable, caminábamos un poco y corríamos más, PAS Colorado2 a la vista, solo 18Km nos separaban de la meta, entramos apenas comimos y seguimos, este también era el punto de retorno para nuestras compañeras Cecilia y Dayana que hacían 42k, íbamos atentos a ver si las veíamos por ahí, salimos de ese PAS a matar remontando incluso a los corredores de 42K que nos seguían para mantener su paso, a pesar de todo lo vivido romper las 18 horas era más posible que nunca, marca de 2km para el próximo y último PAS, a solo 11Km de la meta y la rodilla ataca de nuevo, nunca había sentido dolor tan grande, no podía moverme, sentía pinchazos, fuego, todo junto, ni siquiera podía apartarme del paso de los que venían atrás, la firme voluntad de hace unos kilómetros atrás rota por la imposibilidad de dar un solo paso, lágrimas empezaron a salir no sé si por el dolor físico o por la desesperación de querer avanzar y no poder, o tal vez las dos cosas al mismo tiempo; Alex me ayudó a sentarme, friccionó la rodilla con alguna pomada, la vendó con micropore y como se pudo empezamos a dar un paso a la vez, casi todo el camino que quedaba era bajada, cada paso era un pinchazo en la rodilla y otro en el alma, muchos corredores nos pasaban, me sentía impotente, llegamos al PAS Bayos… solo 9km, dolía pero en ese momento mi mente estaba fija en que llegábamos aunque tuviese que ir de rodillas, y ese fue un pensamiento muy real que tuve en este tramo, ser recibidos en ese PAS con un vamos Erwin, vamos Alex de personas que no teníamos idea de quienes eran ayudó mucho, apenas un par de minutos allí y salimos, sabía que iba a ser duro pero eso ya no importaba, ya la rodilla no calentaba el dolor era constante, la única diferencia es que en las bajadas dolía más, usaba los bastones de muletas, salimos del bosque y agarramos una calle para llegar a la última bajada, fueron unos 800 metros que se sentían como kilómetros, pisando entre las piedras, todo de bajada, ya muchas personas alentado… al ver el puente de entrada a la ciudad ya nada importó, 500 metros a la meta, a sacar la bandera, y hacerla flamear, al grito de vamos Bolivia cruzamos la meta… abrazos, lágrimas y festejos. Habíamos culminado el primer paso de un gran sueño, un sueño en francés que empieza a materializarse.
Agradezco inmensamente a Roberto Moreno, que hizo que empecemos esta locura y sufrió con nosotros todo el camino; a Marco Ortiz, Grysell Berlioz Abadie, Leonardo Ariel Bermudez, Rincon Del Runner por su ayuda en diferentes formas que hicieron que empecemos este camino con buen pie, a mi familia y amigos por disculpar mi ausencia en muchas ocasiones y apoyarme en todo momento, en especial a Clory Oyola y Valeuria por agantarme. A todos mis compañeros de equipos, La Naranja Mecánica Running Club, TRIMAX, al profe Alfredo Carreño por creer siempre en nosotros, a Juan Carlos Rodriguez por la cobertura incondicional.
A todos aquellos que compartían, comentaban o gustaban los post que poníamos o nos mencionaban, también se sintió un apoyo increíble en ese aspecto.
Y por último, pero más importante a Alex A. Siles Quiroga, quien es el cerebro que dio inicio a esta locura. Subí a esa montaña con un buen amigo y bajé con un hermano.


¿Te Gustó? ¡Comparte con tus amigos!

0

¿Cuál es tu reacción?

confundido confundido
0
confundido
falla falla
0
falla
no me gusta no me gusta
0
no me gusta
wacala wacala
0
wacala
me encanta me encanta
0
me encanta
me gusta me gusta
0
me gusta
me divierte me divierte
0
me divierte
omg omg
0
omg

Comentarios

comentarios

Bolivia Runner

El primer sitio web de Bolivia donde encontrarás los mejores artículos sobre el calendario de carreras y eventos deportivos, nutrición para runners, ejercicios y mucho mas.
Elija un formato a subir
Encuesta
Votar para tomar decisiones o determinar opiniones
Artículo/Noticia
Texto e información con elementos visuales e incrustados
Video
Youtube, Vimeo o Vine Embeds