La genética suele ser una de las excusas utilizadas por muchas personas para justificar malos rendimientos deportivos, problemas de peso y otras tantas situaciones negativas.
Aunque es cierto que la genética puede afectar el rendimiento deportivo, su influencia no resulta tan determinante como muchas personas creen.
Sin embargo, son muchos los corredores que dudan de su potencial en base a “problemas” en su genética: creen que no pueden mejorar más o se entregan al estancamiento.
Claro que puedes seguir lamentándote por las capacidades que tus progenitores te han dejado como herencia, o puedes ser realista y reconocer que el factor más determinante está en tu trabajo y perseverancia.
Tu compromiso real para seguir un plan de entrenamiento, sumado a elecciones correctas que en dirección a un estilo de vida sano y sobretodo una buena motivación para mantener ese buen trabajo a largo plazo, acabarán siendo los factores de éxito para mejorar tu rendimiento deportivo.
Si estas palabras no te alcanzan, te invitamos a ver este excelente video motivador: