Voy al grano, seré simple. Del running, me gustan muchas cosas (inclusive, algunas figuran en la lista aquí debajo). Algunas otras, nunca conseguiré entenderlas.
14 cosas del running que nunca voy a entender:
- Top con relleno.
- Levantarse a las 5 de la mañana para correr en un domingo helado, aún sabiendo que ese día continuará helado hasta la medianoche.
- Corredor que pasa corriendo frente a vos y no te saluda.
- En una entrevista cualquiera, el entrevistado cuenta que es corredor y el entrevistador dice “ah, mirá vos”, cambiando rápidamente de tema.
- Corredores que se muerden los labios por los tiempos de los otros.
- Corredores que no paran de criticar las zapatillas de los otros.
- Los que corren con su perrito sujetado por una correa de dos metros.
- Los que corren con su perrito sujetado por una correa de dos metros – perro y hombre a diferentes velocidades.
- Los que corren con su perrito sujetado por una correa de dos metros – y cada uno va para un lado diferente.
- Aquella madre que corre empujando un carrito de bebé. Y corre un montón. Corre volando. Corre mucho más que vos.
- Las ganas de acostarse a dormir que llegan cerca del kilómetro 7.
- Las ganas de hacer caca que llegan cerca del kilómetro 3, después de días de retención fecal.
- Esos kilómetros que corrés y estás pensando qué es lo que le vas a decir a aquel que te pregunte en qué pensás mientras hacés un entrenamiento de fondo.
- Esas ganas de correr que nunca pasan.
*Esta columna fue escrita por la periodista brasileña Anne Dias, en el Blog de Anne Dias. Anne ya completó nueve medias maratones y dos maratones (Nueva York y Buenos Aires)… no piensa en parar.